"LA MENTIRA DE LA TELEBASURA".

"BREVIRRELATOS".

Volumen I.

    Es frecuente escuchar críticas hacia la llamada “telebasura” por ser un periodismo centrado en describir las miserias físicas y morales de la gente, sin respetar la intimidad y el pudor, y con intenciones miserables y malévolas en la mayoría de las ocasiones. Sin dejar de ser cierto lo apuntado, la verdadera esencia de la “telebasura” es la mentira y lo que es más grave la mentira no sólo referida al personaje, sino la mentira hecha con descaro al ingenuo “televidente”. Si tuviéramos acceso a las reuniones previas de los colaboradores y periodistas que participan en estos programas, muchos de los mismos desaparecerían rápidamente de la parrilla. Se trata de periodistas rehenes de sus fuentes, prisioneros de muchos personajes y que oscilan de la crítica más feroz al elogio y simpatía más cursi, dependiendo de la relación con el personaje o de lo pactado previamente con el mismo. Pese a la insistencia del directo, el producto final está muy medido, preparado, y ensayado. Hay detrás de lo que se ve una labor previa muy concienzuda y una “guionización” rotunda. Se reparten con astucia los papeles y en definitiva lo que vemos es fruto de una estrategia encaminada a engañar al espectador, a mantenerlo pendiente del televisor, vistiendo la imagen final de un falso verismo y de una labor de investigación que es en realidad fruto de una auténtica representación. Así el mayor daño de la llamada “telebasura” no es la basura que destapan y remueven sino la mentira, el engaño constante al espectador. Montajes, favoritismos, clientelismo, productoras y periodistas creadores de personajes de usar y tirar. Algo en verdad deleznable. Por cierto, teniendo en cuenta el frecuente e irresponsable uso que se hace de la justicia en estos medios, vaya por delante que lo aquí escrito lo está con el más sincero e intencionado "animus iocandi".

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( Lucién Bosán ).


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