"EL COLOR DE LA VIDA".

"BREVIRRELATO".

    Recuerdas los excesos cometidos, para bien o para mal. Esas vivencias exageradas, fuera de lugar. Situaciones en las que te cuesta creer que fueras tú el protagonista. Noches locas de las que despiertas rodeado por los demonios del remordimiento. Esas son las piezas clave sin las que no es posible completar el puzle vital. Pese a las advertencias y consejos, queda lo que se sale de la normalidad, lo que se aleja del comportamiento correcto. La vida sombría y disciplinada se diluye en su propia tinta y resulta casi ilegible. Los recuerdos no son grises. Tienen el color de los pecados cometidos. Pecados que son recuerdos en color, luminosos y brillantes; pequeñas lápidas en las que dejas constancia de que has vivido, de que pasaste por ahí. La vida no es normal ni plomiza, no es disciplina ni rutina. La existencia puede ser triste y oscura, la vida por el contrario, es un colorista pecado continuado.

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( Lucién Bosán ).


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