"LA VIDA ES DE LOS VALIENTES".

"BREVIRRELATO".


    Suena a sentencia tópica y manida. No por ello deja de encerrar una gran verdad. Formo parte de los que llevan más peso en la mochila de lo que falta por cargar. Ser valiente es tomar decisiones, es asumir riesgos sin caer en la temeridad. Ser temerario nada tiene que ver con ser valiente. El temerario es un cobarde desesperado al que todo le da igual, de ahí su fuga descontrolada hacia delante .

     El miedo, la indecisión, bloquean y no provocan más que inmovilidad. Y mientras uno permanece quieto, asustado, sin hacer nada, la vida sigue su curso y las oportunidades pasan como estrellas fugaces. El valiente disfruta de la vida en todo su esplendor, no pierde el tiempo en cavilaciones y asume como suyas las riendas de su vida. Vive en primera línea y es dueño y señor de las situaciones que se le van presentando. Ser valiente no es no tener miedo, sino disfrutar del hecho de no tenerlo. 

    El cobarde, el indeciso, permanece en la retaguardia, asustado, inmóvil, lamiéndose sus heridas cada vez más y más profundas. El valiente no se detiene más de lo necesario, mira hacia atrás tan sólo de reojo y la ilusión le domina cuando fija su mirada en el horizonte.

    Continúo aferrado a la esperanza porque la vida nos sigue brindando oportunidades de cambio con cada día que nos obsequia.

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( Lucién Bosán ).


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