"EN UN PAÍS...".

"BREVIRRELATO".


    En un país en el que los niños no pueden creer en las hadas disfrutaste de los mejores años de tu vida. Hasta allí te llevó tu espíritu aventurero y tu incansable afición por conocer nuevos lugares. Fueron años de vivir grandes experiencias y en los que aprendiste a descubrir nuevos valores.

    La mayor parte de tu estancia la pasaste colaborando en una pequeña aldea. Ayudabas en las labores del día a día y compartías con otro voluntario la responsabilidad de dirigir una humilde escuela en la que enseñabais a los niños a leer y a escribir. Jugabais con ellos y tratabais de distraerles y protegerles de la dureza de la vida diaria, marcada por la pobreza, el hambre y la enfermedad.

    A veces te quedabas absorto contemplando a aquellos pequeños seres, sucios y hambrientos, que te observaban con una mirada profunda y limpia, llena de esperanza a pesar de la crudeza de las circunstancias. Jamás viste una sonrisa más hermosa y sincera que la de aquellos niños. La recompensa era enorme y solamente el hecho de verlos sonreír, llenaba tu corazón de una alegría indescriptible.

    Después de dar lo mejor de ti y de recibir a cambio lo mejor de ellos, te dabas cuenta de que lo importante no era que no pudieran creer en las hadas, lo importante era que pudieran creer en los hombres, en hombres tan buenos como lo serían ellos, y ayudarles así a creer cada día más en sí mismos.

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( Lucién Bosán ).


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