"VERSOS TITULADOS".


"VERSOS".

“DEVENIR”.

Sucede cada noche cuando contemplo las sombras,
y dejo vagar mi mente adormilado en la oscuridad.

El tiempo se desgasta en su aburrido rito,
y miles de voces me acompañan mientras cavilo.

Nada es distinto a ayer pero ahora vivo,
y siento la savia nueva que crece con sigilo.

No hay emociones que hieran,
ni sentimientos limpios.
Solo gris tristeza y desdén no compartido.

Si escapo, ¿a dónde huyo?
No hay respuesta ni tan siquiera un murmullo.
¡Hacer cuesta tanto y pensar tan poco!

Mejor estarse quieto, agazapado,
sólo escuchando lo que a mí mismo me digo.

Se van alejando los momentos,
instantes de presente consumidos.

Actuar es querer hacerlo,
y no hacerlo es repetirlo eternamente.

Busco ilusión y no la encuentro,
y me canso de pedirla,
y de escuchar nada más que viento.

Sin propuestas no hay respuestas,
sin intenciones no hay caminos.

La condena es estar inmóvil.
La enmienda, dar el primer paso.

Dudar es el peor enemigo de la voluntad,
adormece las promesas,
y parte las ilusiones por la mitad.

Si dejo de pensar al menos descanso,
escucho mis respiros,
y el temblor de mis manos.

Pero la mente es poderosa,
y pronto retorna,
ocupando su trono aislada y sola.

Vuelvo a estar donde estaba,
en distinto presente,
pero amarrado al mismo espacio.

Sólo el aire se mueve,
la oscuridad es fiel compañera.

Quizá ahora pueda,
al menos dejar de verme.

Dejar de escucharme es imposible,
todo esfuerzo es vano y nada consigue.

Siento que el sueño me busca,
y anhelo que me encuentre,
que me sumerja en sus mundos,
y me aleje del pesar de mi mente.

Respiro despacio,
y comienzo a no estar consciente.

Veo una luz lejana,
todavía no presente,
por fin unas gotas de alivio,
el descanso del guerrero complaciente.

***


( Lucién Bosán ).


******

Comentarios

Entradas populares